Nueva Historia

Hola a todos, hace mucho que no subo una historia, así que ya era hora.

Por muy tontería que parezca he querido filosofar un poco en este relato breve, eso no quiere decir que lo que se podría sacar de ahí son mis opiniones ya que he de decir que soy ateo. No mucha gente vera claramente lo que quiero decir con la historia, pero eso es lo bonito. Quizá cuando suba la segunda parte (os voy a dar tiempo para "masticar" esta) podáis entender un poco el significado de "La Oscuridad".

La Oscuridad

Estás solo en una calle oscura, cuando se te cruza una niña con lo que te parece un vestido que no puedes ver, porque todo está oscuro. Esa niña te recuerda a alguien, pero la oscuridad no te deja ver ni recordar, te llena, y te entristece, recuerdas aquello que tanta tristeza te provocó, y por aquello que tanto lloraste, pero no te dejas amedrentar por la oscuridad, porque tú eres más grande, porque la oscuridad no puede contigo, o eso piensas. La niña se para y corre, para y corre. Y tú la sigues porque así lo dice el juego. La sigues por calles oscuras, sin ningún ápice de luz, porque la luz se ha ido, pero no te preocupa, porque hay luz dentro de ti, o eso crees. De repente la niña se para y sigue así aunque tú avances, entonces se quita su vestido, y no ves nada, porque ya no esta, ella ha cumplido su función y la oscuridad se la ha llevado, porque el juego tiene que seguir. Recuerdas quien es la niña, y la lloras, porque la quieres, pero la has perdido, y a partir de ahí vas solo, no hay guía, tú eres las reglas del juego, tú las pones, pero no todas.

Te acostumbras a la oscuridad, y aunque no los ves tus ojos son como los de un gato, ves sombras, sombras que te indican muchos caminos, pero tú eliges el tuyo. Te preguntas si estás muerto, pero no puedes estarlo, porque entonces el juego terminaría, así que decides pensar que estás vivo, pero qué es estar vivo si solo hay oscuridad, y solo ves lo que tus ojos te muestran, pero ¿que te muestran? ¿Es verdad? Miras una señal, pero cuando la ves por segunda vez ya no está, porque nada permanece, porque aquí hay que pensar, porque este es el mundo de las ideas, y entre esta oscuridad tienes que resolver el juego, tienes que ganar el juego, y el perder significa morir, así que te mueves rápido porque el tiempo se acaba. Piensas donde puede haber un resquicio de luz, y miras al cielo, pero en el cielo está el universo, y este es más oscuro aún, piensas que rendirte es la mejor opción pero no puedes rendirte, tienes que ser fuerte, te levantas porque estabas sentado, y te mueves, la oscuridad te vuelve a embotar la cabeza, y la tristeza del mundo te invade, guerras, hambrunas, recuerdos de gente que no existe, porque aquí solo existe la oscuridad, y tú, tú y la oscuridad. Pero quieres ganar el juego, pero el juego tiende a la muerte, el juego te mata, pero tu no eliges el juego, el juego te elige a ti, te controla, y juega contigo, el juego no es uno son todos, porque si pierdes aquí vuelves allí, y allí vas a perder también, porque el juego es eterno, porque aquel que juega es porque ya ha perdido, y si pierdes mueres. Y subes, subes la ladera decidido a ganar el juego, esta vez sí, piensas, lo voy a conseguir, y subes y subes y subes y saltas, y caes y caes, pero esta no es la forma de ganar. Este no es el final del juego, si no el principio del siguiente, porque esto es infinito, y no hay final. Pero si hubiese un principio sería ese. Donde la oscuridad se convierte en luz, y el caer se alarga, y el juego se hace eterno, y la oscuridad te devora y te lleva a la luz, pero no lo dudes, en la luz perderás igual, porque eres tú quien pone las reglas, y tú has elegido perder el juego, porque no hay más elección que perderlo.

Espero que al menos os haya gustado la manera en que esta escrito, a mi si.